En un mundo acelerado y cada vez más incierto, hay quienes decidieron parar, mirar hacia la tierra y tomar decisiones distintas.
Historias reales de personas comunes que dejaron atrás el estrés de la ciudad y apostaron por un estilo de vida diferente: invertir en terrenos rurales.
El resultado: tranquilidad, rentabilidad y un nuevo sentido de éxito.
Cuando Invertir es Sanar: De Oficinistas a Propietarios de Campo
Carlos y Andrea, una pareja de Lima, pasaban más de tres horas al día atrapados en el tráfico. Con dos hijos pequeños, el tiempo en familia se había vuelto un lujo.
“Buscábamos calidad de vida, no solo rentabilidad”, cuenta Andrea.
En 2022, invirtieron en un lote de campo en Chincha a través de Grupo del Carmen. Hoy, tienen su segunda casa en construcción y pasan los fines de semana relajandose y disfrutando de la naturaleza.
Resultado: una inversión que se valoriza, y una vida con menos ansiedad.
Del Alquiler al Patrimonio: El Caso de Elías
Elías trabajaba como técnico independiente y vivía alquilando en Lima desde hace 12 años. Al ver cómo subían los precios de los departamentos, decidió buscar alternativas fuera de la ciudad.
En 2023, compró un terreno rural en Chincha con solo una cuota inicial. Hoy lo está alquilando como espacio de retiro para terapeutas, y ya recuperó parte de su inversión.
Resultado: ingresos pasivos, crecimiento del valor del terreno, y libertad financiera en construcción.
Emprender con Propósito: Marta y su Proyecto de Turismo Rural
Marta, ex ejecutiva bancaria, dejó su trabajo en plena pandemia. Siempre soñó con emprender, pero no quería hacerlo en el caos urbano.
Adquirió dos lotes de campo en Chincha y creó una pequeña empresa de turismo vivencial y talleres de bienestar.
Hoy recibe visitantes nacionales e internacionales que buscan experiencias auténticas.
Resultado: un negocio rentable, conexión con la naturaleza y una comunidad local fortalecida.
¿Qué Tienen en Común Estas Historias?
- Accesibilidad: Todos empezaron con una fuerte decisión y una cuota inicial.
- Visión a largo plazo: Invertir en tierra no fue solo una compra, fue una estrategia.
- Cambios reales de vida: Menos estrés, más propósito, mayor estabilidad.
- Apoyo de un proyecto confiable: En todos los casos, Grupo del Carmen brindó el respaldo legal y técnico para avanzar con seguridad.
Invertir en el Campo Hoy es Apostar por un Éxito Diferente
En estas historias, el éxito no se mide en metros cuadrados construidos o tráfico en redes sociales.
Se mide en bienestar, autonomía, tranquilidad y patrimonio.
Y lo mejor: está al alcance de más personas de lo que imaginas.